El sábado mis infantiles jugaban a las 11 y, todo seguido, las cadetes. Yo siempre me quedo a ver sus partidos y suelo hacerlo desde el mismo banquillo y este partido fue igual. Jugaban contra Cullera y era un partido bastante igualado. Ambos equipos estaban jugando muy bien y era un buen encuentro.
Hacia el sexto-séptimo periodo, con tablas en el marcador, la entrenadora local decidió poner a las jugadoras en zona para intentar llevarse el partido. Yo tengo una costumbre y seguro que no soy la única y es de animar de forma continuada durante todo nuestro tiempo de defensa mientras las jugadoras están en zona. Esto lo hago simplemente para que las que están defendiendo se sientan arropadas y se nota mogollón porque si está todo el banquillo animándolas defienden el doble de mejor porque les das ese punto de intensidad.
Y mientras hacíamos esto pasó algo que nunca en la vida me había pasado y es que el entrenador rival empezó a quejarse al árbitro de que no podíamos animar. Dejo claro que lo que hacíamos era dirigirnos a nuestras jugadoras desde el momento que pasaban a defender, aplaudiendo y con frases como "va defensa! brazos! venga nos movemos! chicas sin falta!" y cosas así, en ningún momento nos dirigimos a sus jugadoras. Pero el se quejaba de que estábamos molestando y perjudicando a sus jugadoras (que es cierto que en esos momentos no metieron ninguna canasta) y el árbitro le contestó que no estábamos haciendo nada fuera del reglamento y que se podía animar al equipo como se quisiera mientras no se dirigieran al rival.
Lo que me llamó la atención no fue sólo que mi colega rival se quejara de que animábamos, sino de que estuviese desde ahí y hasta el final del partido, incluso después, quejándose de lo mismo y pendiente de eso, cuando sus jugadoras se estaban jugando el encuentro que estaba muy apretado.
La verdad es que fue muy curioso y es algo que nunca me había pasado, que alguien se quejara de mis ánimos desde el banquillo y mira que lo hago siempre...
Bueno, al final conseguimos ganar el partido, una gran victoria para nuestras chicas cadetes y para mis tres infantiles que las reforzaban.
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