22.11.12

Senior Femenino Joventut Xàbia: 2009-2010

Mi segunda temporada como senior oficial (cuarta en realidad) transcurrió plácidamente. Esta temporada volvimos a cambiar de entrenador, dado que Gema prefería jugar a entrenar y el club contrató a David Bosch, que nos cayó bien a todas personalmente, aunque como entrenador digamos que "se puede mejorar". Es mi opinión personal, por supuesto.

Esta temporada estuvo marcada por ser la primera en la que no podía entrenar los tres días, dado que empecé a estudiar en la universidad y sólo bajaba a Jávea los viernes. Aún así si que tenía minutillos de juego, aunque no estaba muy satisfecha en mi juego.

Hasta que llegó el partido contra el líder, el Dénia, en casa. Empezamos muy fuertes y nos pusimos rápido por delante... pero pasaban los minutos y yo no había salido al campo. Casi rozando el descanso, el míster me sacó y estuve alrededor de un minuto en pista. En el tercer cuarto ganábamos de 21 y recuerdo que pensé "este es mi momento". Pero no. No tocó nada, al final del partido, súper contentas por ganar a las líderes, pero dentro de mi había una espina que me costó mucho tiempo sacar. Ganamos de 15, si, pero no gracias a mi ayuda. Por cierto, propiciamos al ganar a este equipo que perdieran la liga, dejandosela en bandeja al Pedreguer.

Hasta que llegó la jornada 18 -un poco tarde, la verdad- que algo cambió en un partido contra Calpe, donde conseguí finalizar mogollón de contraataques y estar muy bien en tareas defensivas; lo que proporcionó que mi entrenador me cogiera confianza, al fin. La semana siguiente, en Vergel, pasamos mal partido, en parte porque había fallecido el padre de una compañera, estábamos de luto y no había dado tiempo a cambiar el partido. Eramos siete jugando -las demás estaban en el funeral- y un equipo de mucho menos nivel que nosotras y que estaba con cinco personas, nos iba ganando. Hasta que un grito de Maribel: "¡Hostia, que yo no quiero perder contra estas, vamos tias!" nos animó y ganamos el partido (nuestro entrenador también habría gritado mucho, pero los suyos no surtieron efecto). Ese partido fue el que más puntos metí -26- desde que era senior. 

A partir de entonces, ya no he vuelto a dudar de mi misma en un campo de juego. Ya no me pueden los nervios, puedo hacer partidos malos, si, pero no es como antes.

Después de ese partido, tuvimos dos tranquilas semanas, hasta que otro golpe hundió al equipo: falleció el padre de otra compañera, sólo dos semanas después que el de la anterior. También fue viernes, por lo que no pudimos cambiar el partido en Gata; que por cierto, me lo tuve que perder porque estaba de boda. Y eso que mis primas -que jugaban allí- si que se fueron a mitad banquete a jugar.

Para finalizar, esta temporada no fue la mejor en cuanto a juego, se notó mucho el cambio de entrenador. No la pasé muy bien, porque no podía entrenar los tres días, y puede que en parte dejara la carrera por culpa de esto. No estoy muy segura. 

Ese año quedamos séptimas en una liga de muy pocos partidos, donde destacamos de nuevo el partido ganado contra el Dénia (de 15 pts) que le dio el liderato al Rolser Pedreguer.







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