Me llaman "Huesos", como bien pone el encabezado de mi blog. Es un mote como cualquier otro, pero yo lo considero especial porque es el mío. Además, cuenta con muchas variantes: Hue, huesitos, H, huesis, huess, bones. Llego un momento que identificaba a la persona que me llamaba en mitad de un partido por el diminutivo que usaba.
¿Cómo surgió este nombre? En mi primer entrenamiento como sénior "oficial", es decir, en agosto de la temporada 2009-2010. Yo estaba súper nerviosa por tener mi primer entrenamiento con mi "nuevo" equipo. Entré al vestuario, y, aunque había llegado pronto, ya encontré allí a mi amiga Ana María, compañera de juego de todos mis años como jugadora; Olímpia, una de las jugadoras veteranas del Jávea de entonces, y las 'nuevas' incorporaciones: Gema, Vicen y Úrsula de las que ya he hablado con anterioridad.
El entreno transcurrió con normalidad, y, al final, hicimos un partidillo. Me pusieron a defender a Gema, supongo que jugando ambas de interior, aunque no lo recuerdo bien. En un lance del juego, se ve que le metí el codo, o tal vez se tropezara con mi cadera, la cosa es que le hice daño. Ella lo comentó con Vicen: "Es que me ha hecho daño!" y Vicen replicó: "Normal, es todo Huesos".
Ahí se creó. Todo vino a partir de ahí, empezaron a llamarme así y no se pudo cambiar. Al principio me hacía gracia y punto, luego, el día que alguien nombró mi nombre y Pilar dijo "¿Quién es Miriam?...ah! Huesitos!" Ya me di cuenta de que no había marcha atrás.
La verdad es que ahora, todo el mundo me conoce por ese nombre. Todo el mundo relacionado con el bàsquet, me refiero.
Ahora, pone "Huesos" en mis zapas de baloncesto, y en mi sobrecamisa del Xàbia también aparece.
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