Faltando dos semanas para comenzar la liga, se fijó un partido amistoso contra un equipo de nuestra categoría, el Pego.
Irene y yo nos habíamos ido de buena mañana a Valencia para nuestra jornada del curso de entrenador, por lo que llegamos con media hora al partido. Por culpa de los nervios, no había dormido muy bien, y, habiéndome levantado a las 6 de la mañana, estaba reventada. Pero las ganas que tenía no me las quitaba nadie. Calenté lo más fuerte que pude para espabilarme un poco y atendí a la charla del entrenador lo mejor que puse dadas las circunstancias, así que al empezar el partido, salir a jugar y colocarme en el círculo central para palmear la pelota, ya estaba totalmente despierta y enchufada.
Empezó el partido y me encontraba genial, disfrutando de ello. Aunque todavía no teníamos mucho entreno y, de verdad, no sabía muy bien a que estábamos jugando, la cosa iba bien. Metí mi primera canasta con el Pedreguer en una acción de ataque estático larga que me proporcionó la oportunidad de lanzar a canasta desde el exterior y a media distancia. A estos dos primeros puntos le siguió un contraataque de esos típicos míos, que procuré no fallar, y a este contraataque le siguió un rebote cerca del aro tras una buena acción de mi compañera García. Después de esta, una entrada por el medio, donde la ayuda defensiva rival llegó tarde y la chavala me pegó en la cara con el brazo haciendo que una lentilla se me fuera del sitio. ¡Qué mala suerte! A pesar de ello, metí la canasta, me preparé para tirar el tiro libre, lo metí y le pedí cambio a mi entrenador para ir a ponérmela bien.
Me sentía a gusto y estaba haciendo muy buen partido. Aunque en ese momento no lo notaba debido a la concentración y nervios del partido, me sentía feliz. Incluso sentada en el banquillo intentaba contar los puntos que había metido en esos minutos y me sorprendía a mi misma.
Luego, también me gustó un momento en el que tuve que defender a una jugadora peligrosa rival mientras mis compañeras defendían en zona 'caja'. Al final, perdimos el partido de 3 y yo metí 25 pts, lo que me hizo debutar a lo grande en mi nuevo equipo.
Eso sí, cuando llegué a casa.... me tumbé en el sofá y no pude hacer nada más que dormir hasta el día siguiente.
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